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Cómo presentar un evento

Pasa, ocurre, sucede. Preparamos un evento y, de pronto, alguien se da cuenta de que falta quien lo presente. Y el presupuesto (si existía) ya no da más de sí. Mirada alrededor… y designación consensuada por democracia digital: vamos, que con el dedo se señala a la persona en cuestión y se le dice: «Te ha tocado: presentas tú».

Y ahí empieza la aventura. Y el temor y los miedos. Y las preguntas. ¿Pero cómo he terminado yo, médico, abogada, comerciante, entrenadora de fútbol o profesor presentando una gala de premios? ¡La vida tiene estas sorpresas!

Para ayudarte, si te encuentras en esta situación, he preparado algunas pautas que te vendrán bien.

Consejos para presentar un evento

Párate a pensar en cómo va a ser el evento en cuestión

Qué estructura va a tener, quién va a intervenir, dónde va a tener lugar… Procura tenerlo todo bajo control, asimilar la secuencia y, en la medida de lo posible, diseñar un acto breve, ágil y sencillo. Todo el mundo lo agradecerá.

Sé consciente de que tu papel es darle encanto y unidad al evento

Representas a tu entidad. Eres la persona responsable de dar la bienvenida a los demás y de conducirles a lo largo de la ceremonia. Sonríe, háblale al público (bien distinto a hablar en público), y procura hacerlo de forma clara, breve y concisa. Da paso a las personas que van a intervenir con sencillez y respeto, no te enrolles. Y, ya para nota, procura ligar las diferentes partes que conforman el encuentro. Puedes, por ejemplo, destacar unas palabras que ha dicho la última persona y enlazar con el siguiente contenido.

Levanta la mirada para mirar al público

Crea una conexión, consigue que sientan que les estás hablando de verdad. Siente que estás conversando, que les estás contando algo y no simplemente soltándoles tu rollo. 

Ten muy claro qué quieres decir y qué mensajes son claves

Escribe un buen guion y tenlo a mano, apúntate bien los nombres y los cargos y señala con negrita, fosforito o de la manera que prefieras, aquellos datos que debes recordar. Consejo: letra grande para verla de un plumazo. 

Utiliza un tono cercano y huye de la monotonía

Procura marcar con énfasis aquellas palabras que deben ser destacadas. Imprime variación a tu voz. No caigas en un tono uniforme y aburrido.

Cuida tu vestuario

Debe ir acorde al acto que presentas y, si tienes dudas, tiende a la sencillez. Cada vez se admiten más los estampados, pero debes saber que las rayas y los cuadros marean, así que, si te es posible, evítalos. 

Muévete con naturalidad sobre el escenario

Si esto te resulta complicado, puedes quedarte quieto o quieta, pero procura que tu posición sea natural y no rígida y que tenga cierta movilidad. También puedes optar por hablar desde un atril. En él, podrás  posar el guión, apoyarte, ocultar parte de tu cuerpo y tener las manos ocupadas. Pero debes saber que darás al evento un aire de mayor formalidad y, además, estarás interponiendo una barrera entre tu persona y el público. 

Antes de salir… respira hondo

Haz algo que te tranquilice y te dé seguridad y sal a por todas. Eres la mejor. Eres único. 

Saluda, agradece, agradece.

Saluda, por ejemplo, con un “buenas tardes, gracias por venir” y despide dando las gracias a todos los asistentes por participar en el encuentro. Es una norma básica de educación que se recibe muy bien. Nos saludan, nos dan la bienvenida y las gracias por estar ahí. Bien: buen punto de partida. 

Reduce tu exigencia

No tiene por qué salir todo perfecto. No eres presentador/a profesional y vas a poner toda tu energía en hacerlo genial. Si te vuelcas en ello, lo vas a hacer genial. Procura estar tranquilo/a y, si notas que tu corazón palpita, tómalo como un buen síntoma: es signo de que estás asumiendo un reto. Ese punto de estrés te vendrá muy bien para dar lo máximo de ti. Además, es muy posible que, conforme avanzan los minutos, comiences a disfrutar de la experiencia. Lo vas a hacer muy bien. 

Ahora bien, dicho todo esto, ¿me dejas unos segundos para dignificar la profesión? ¡Lo necesito! 

¿Qué tiene un buen presentador o presentadora de eventos? 

Hay quien piensa que cualquiera puede presentar un evento. Y son demasiadas las ocasiones (aunque bien es cierto que cada vez menos) en las que veo que no se le da la importancia que merece a que haya una persona experta en presentar, moderar y dinamizar un evento entre el elenco de profesionales que lo hacen posible.

Siempre insisto en ello: me da igual ser yo que otro compañero o compañera, pero contar con alguien profesional que sepa dirigir una conversación, entablar conexión con el público, reaccionar ante cualquier imprevisto, sacar lo mejor de sí mismas a las personas que suben al escenario y sea capaz de estar pendiente de mil y un detalles en directo, es fundamental para que un evento salga redondo y todo el trabajo previo de tantísimos profesionales implicados en su organización luzca como debe. 

Un buen presentador o presentadora es capaz de crear un clima especial, lograr que un encuentro sea un auténtico éxito y conseguir que se recuerde la velada. Una buena maestra de ceremonias sabe transmitir los valores que se desean reflejar, aportando tranquilidad y dinamismo a un mismo tiempo. Un buen moderador ofrece la confianza de que sabe salir de cualquier situación lidiando con cualquier imprevisto. Una buena presentadora profesional aporta alma… y calma.

Cristina Ochoa Terés

Por todo ello, si te es posible contratar a un profesional, ¡no lo dudes!

Los consejos que más arriba te daba, van a ayudarte a hacer un buen papel y salvar la papeleta con dignidad: puedes hacerlo muy bien. Pero si está en tus manos, procura siempre contar con alguien con experiencia. ¡Merece la pena!