«Vendo leña y soy un hacha»: Esto es Marketing y lo demás tonterías
Su cartel podría haber sido «Vendo leña». Al más puro estilo de la Factoría «Se alquila habitación» o «Se vende». Clásico, directo y… soso. Sin embargo el anuncio de este leñador es todo lo contrario.
Tiene gracia, hace un juego de palabras, se pone en la piel del posible comprador, apunta a necesidades no resueltas y te ofrece la solución, llama la atención sobre sus ventajas y, por si fuera poco, hace una oferta muy competitiva.
Y no miente: Pablo, de Erbiti, Basaburua, es un hacha. Pero no sólo cortando ramas. Dan ganas de comprarle leña al artista.
Lástima no tener ni chimenea, ni barbacoa…